GIESA hubiese sido más que una fábrica. Quizá, como sucedió en otros enclaves y con otras empresas, hubiese dado lugar a su propia barriada. Terrenos había, y al parecer voluntad, pero no llegándose a los debidos acuerdos con el Ayuntamiento el proyecto habitacional destinado a familias de obreros murió antes de nacer.
GIESA, Guiral Industrias Eléctricas S.A, se instaló en Montemolín en los años 40, junto a la carretera de Castellón, próxima al ferrocarril y los tranvías. Guiral encargó los planos de sus grandes talleres de electricidad a los arquitectos Navarro Pérez y Navarro Anguela, padre e hijo. El resultado fue espectacular.
Desde 1945 en sus naves se producía material eléctrico, mediando un importante departamento de investigación. Nadie hablaba todavía de ascensores, que no llegaron hasta los años 60, firmándose tiempo después un contrato de asistencia con Schindler. Para 1986 el 96% de GIESA ya pertenecía a Schindler. El resto era previsible.