Chico jugando al guá, obra de Diego Francisco Bretón García-Leñero
…

Escultura realizada por Diego Francisco Bretón. Por esta obra le fue entregado el accésit a la primera medalla en la Exposición Regional de Artistas Aragoneses de 1943. Fotografía publicada en los años 70 del siglo XX.
Colección Manuel Ordóñez
Esta es una de esas esculturas que, a pesar de haber vivido siempre en Zaragoza, me resultan completamente desconocidas y no soy consciente de haberlas visto nunca. Realizada en piedra, representa a un niño jugando al guá, y su autor es el escultor toledano Diego Francisco Bretón García-Leñero, nacido en Corral de Almaguer en 1898, aunque desarrolló su obra en Zaragoza.
Precisamente en el blog corraldealmaguer aparece esta reseña sobre el autor y su obra
“En el año 1.943, Bretón decide trabajar con un material nuevo para él: la piedra. Realiza una escultura titulada «Chico jugando al guá» y deja sorprendidos, gratamente sorprendidos, a propios y extraños. Los más sorprendidos fueron sus propios compañeros del Estudio Goya, de la calle Manifestación, numero 2, ya que, como profesionales que eran y son, conocían perfectamente las dificultades que entraña realizar una primera obra con un nuevo material. La escultura representa a un chico sobre una base rectangular, agachado, con la rodilla izquierda apoyada en el suelo, la derecha ligeramente levantada y ambas manos hacia delante sujetando en la derecha un pito o canica en intención de lanzarlo. Tiene el pelo rubio y cortado en trazos rectos. Viste pantalón corto y una camisa de manga corta. Todo perfectamente tallado y pulimentado. Esta escultura representa un pasado que, desgraciadamente, no volverá. Nuestros chicos, hoy, basan sus juegos en la electrónica y posiblemente desconozcan lo que el es el «gua». Por eso, esta escultura, es una ventana abierta por la que no entra el aire fresco sino el recuerdo y la nostalgia de los que ya tenemos algunos años.
Su propietario, el Excmo. Ayuntamiento de Zaragoza, la colocó en el parque Bruil, pero las inclemencias del tiempo y la acción de algún gamberro, aconsejaron colocar en su lugar una copia y preservar el original, que finalmente quedó instalado en la escalera principal de dicho Ayuntamiento.
Por esta obra le fue entregado el accésit a la primera medalla en la Exposición Regional de Artistas Aragoneses de 1943.”
Agradecería si alguien puede aportar más información sobre la suerte que corrió esa reproducción que sustituyó a la original en el Parque Bruil.
.

